viernes, 25 de febrero de 2011

Musica para amar #3 - No te va a gustar - chau


Hace mucho que no escribo nada... pido disculpas por mi ausencia. Está fundamentada por un proceso de cambios importantes, estoy descubriendo un mundo desconocido, estoy aprendiendo a escuchar.


Por ejemplo, antes la música para mí era solo música, un ritmo de notas que me generaban o acompañaban en diferentes estados de ánimo. Las letras eran solo un accesorio más, no buceaba en las profundidades de las palabras, no tenía el don de una interpretación más allá de su superficie. Pero afortunadamente lo estoy logrando, y me ayuda a desempolvar mi lado humano que había guardado en un cajón por ahí… si… por ahí… lejos.


Todos tenemos la capacidad de escuchar, algo muy distinto a oír (que tristemente, es lo que yo hacía antes). Creo que la gente no escucha por que no tiene ganas, no cree tener la necesidad o prefiere no hacerlo por comodidad, el silencio es menos doloroso.


También estamos los que por falta de experiencia no sabíamos escuchar, no considerabamo que en nuestra enciclopedia un sonido o una palabra significara eso que ahora comprendemos.


Los sordos por elección (negadores) o por falta de conocimiento (inexpertos), no registran la realidad, son los mismos que cuando la realidad les golpea el corazón le echan la culpa diciendo "ey! no me avisaste, por que me hiciste eso!?". No es que no nos advirtió, que algo no funcionaba bien, sino que lo hacía, y lo hacía a gritos que desgarraban sus gargantas, inclusive, creíamos que sus ojos eran campeones nadadores, por eso no les prestábamos atención… hasta que un día se cansaron, se ahogaron, se cerraron, y el liquido donde nadaban no tenía razón de existir, por lo que le cedió su espacio al desierto.


Confieso apenado que antes no escuchaba, juro que no sabía cómo hacerlo… nadie me había enseñado, lo tuve que aprender solo, me costó muy caro el aprendizaje. Pero ahora, luego de haber transitado gran parte de un duro camino, puedo decir que valió la pena, era necesario sufrir una lección a cambio de la experiencia adquirida. Recibí un cachetazo que me hizo reaccionar, y seguidamente escuche el consejo de un viejo sabio que me decía con una mano en mi hombro: "flaquito, escuchame, querido... estuviste en el camino equivocado por mucho tiempo. Esta es la realidad! reaccioná! Cambiá!, es tu última oportunidad."


Y eso hice, reaccioné... desperté, abrí mis oídos, comencé a descubrir un mundo nuevo, cada letra, cada palabra y cada nota me golpean en el alma, y ahora puedo decir que escucho… si, escucho, estoy aquí esperando escuchar y ser escuchado, pero sobretodo escuchar. Quiero escuchar, necesito escuchar!


Es increíble la riqueza de algunas canciones, cuando uno las escucha debe tomarse el tiempo necesario para interpretar que intenta decir, para eso hay que preguntarse ¿que habrá sentido el compositor cuando la escribió?, ¿en quién se habrá inspirado? ¿por qué?. Una vez respondidas estas inquietudos, sus corazones habrán escuchado la verdaderamente la canción.


En este caso quiero compartir un tema de una banda uruguaya que se llama NO TE VA A GUSTAR, y la canción se titula CHAU. Trata justamente de esto,del creer que todo está bien cuando la realidad da señales de que no es así... no saber escuchar en el momento, y luego tener que arrepentirse... nunca es tarde para hacerlo y pedir perdón a quien lo merezca.


Me despido compartiendo una reflexión en voz alta: escuchar es una experiencia que a veces duele, se necesita coraje para afrontar los riesgos, pero vale la pena hacerlo, es preferible antes que vivir negando la realidad.


Si sufrimos, que sea por valientes, y no por cobardes. No se puede negar la realidad por miedo a ser lastimados o de quedar expuestos, el tren de la vida sigue su camino, no siempre nos espera, hay que correrlo, no importa cuánto, algún día lo alcanzaremos... y si no se alcanza, al final del camino podremos decir con orgullo, que nuestros zapatos están rotos de tanto andar, y no porque las astillas del miedo se clavaron en nuestras suelas y preferimos aceptar el dolor sin pelear.


Les propongo que seamos lo suficientemente valientes como para sacarlas y quemar cada astilla, luego curarnos y retomar el desafío que nos propone la realidad… vivamos felices con la nueva sabiduría.



NAPOLEON ENAMORADO, A SUS ÓRDENES.



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