miércoles, 28 de abril de 2010

UN LARGO PASILLO


Me encuentro tirado en el suelo, me incorporo de a poco, lentamente, me siento muy mareado, seguramente me habré desmayado, de a poco abro mis ojos que estaban doloridos, pero está muy oscuro, no puedo ver nada, salvo una pequeña luz que entra por una cerradura de una puerta muy distante, pero aun sigo muy mareado, por lo que estiro mis brazos y logro tantear una pared, me siento de espalda contra ella, para ver si puedo recobrar mis fuerzas.

Estoy empezando a sentir frio, por lo que me abrazo a mi mismo para intentar darme calor, o al menos retener el poco que me queda, siento que estoy dejando el mareo atrás… de pronto se prende la luz, me lastima los ojos, seguramente estuve mucho tiempo encerrado allí, por eso es que me duelen. Voy recobrando la vista paulatinamente, y ahora puedo ver que estoy al final de un pasillo, en la otra punta puedo ver la puerta de la cual provenía esa pequeña luz, pero debido a la distancia no puedo ver más detalles.

Las paredes del pasillo son de un blanco increíblemente resplandeciente, están cubiertas de cuadros de marco negro brillante, parece una sala de museo, pero no puedo comprender la razón por la cual es tan angosta la sala, es muy extraño como para que esto sea un museo. Una sola pregunta está ocupando mi cerebro ¿cómo llegué acá?, jamás estuve en este lugar, alguien me tuvo que haber traído y dejado abandonado acá dentro, no recuerdo haber llegado por mis propios medios, de hecho lo último que recuerdo es que estaba cruzando una calle, hago fuerzas por recordar que más hacia, pero es en vano.

Comienzo a caminar por el pasillo hacia la puerta, sin prestar atención a los primeros cuadros, ya que lo único que me importa es irme de este maldito lugar, de pronto por el rabillo de mi ojo reconozco a una persona en uno de los cuadros colgados, dentro de este había una foto y en ella estoy yo! Comienzo a mirar el resto de las fotos y sigo apareciendo! Debajo de cada cuadro hay una chapita qu dicen “mi primer cumpleaños”, “mi primer día de clases”, “la primer mujer por la que lloré”, “en este accidente salvé mi vida”, “Con el amor de mi vida”, “cuando perdí al amor de mi vida”, “mi primer viaje en avión” y así hay muchos más, pero en este momento no tengo más ganas de seguir leyendo, nunca me caractericé por la paciencia, ahora no es el momento de comenzar a tenerla, necesito saber por cual razón estoy acá, pero ahora que pienso, no recuerdo haber sacado esas fotos, no entiendo nada, ¿que me es pasando? Mucho menos coloqué esos cartelitos describiendo esos momentos, ¿Pero si no fui yo, quien me está haciendo esta mala pasada? ¿me estaré volviendo loco?.

Recobro la compostura… sigo caminando arrastrando mis pies, ya recorrí casi la mitad del pasillo, las fotos de los cuadros comienzan a verse borrosas, como si las hubiesen percudido la humedad, aunque algunos de los carteles aun podían ser legibles, el primero dice “España, 31 de diciembre 2012”, siguiendo “Vista de parís desde la torre Eiffel”, “Brescia, Italia, visitando amistades”, “Mi esposa y yo”, “Mi familia: mi hermosa mujer y mis 3 hijos en (y no logro leer lo que sigue, está muy borroneada la letra)”, de pronto sorpresivamente los cuadros no tienen más fotos… ni carteles, están ahí, vacios, a la espera de ser rellenados por esa mano desconocida.

Por fin estoy a pocos metros de la puerta, estoy por alcanzarla, la voy a abrir… se apagó la luz de golpe, ¿Qué paso? Estoy a oscuras nuevamente, solo se ve la lucecita por la cerradura, como si fuese una pequeña luciérnaga, comienzo a sentir pasos del otro lado, escucho girar el picaporte y la puerta se abre lentamente, dejando paso a una luz increíblemente cegadora, de ella sale una figura que no logro reconocer, pero parece ser un anciano, con barba… me saluda levantando la mano derecha, yo no pude hacer otra cosa que responder de la misma manera, estaba tan extrañado que no podía reaccionar.

-No temas – me dice la figura, con voz tranquila y suave , pero no fue lo suficiente como para evitar mi miedo -

-¿Quien es? , ¿Por qué estoy aquí?, ¿Cómo llegue? –Le pregunto con voz entrecortada, al borde de un ataque de pánico, furia o una mezcla de ambos.

-Soy el Curador de tu vida, mi trabajo es llevar un registro de tus momentos más felices, como así también de los más tristes, no deberías estar aquí.

-¿Entonces esos cuadros, esas fotos, representan momentos de mi vida? Pero yo nunca viaje a España, mucho menos a parís, ni estoy casado, mucho menos tengo hijos! ¿! Que significa todo esto!? Tiene que haber un error! –dije yo gritando

-Hijo mío, –comenzó a responderme con vos complaciente, como la de un abuelo tierno y cariñoso- Como te dije, no te esperaba aún, no me has dado el tiempo suficiente para colocar los cuadros finales, solo son bocetos porque aun no has vivido esos momentos, solo me base en tus sueños, inclusive algunos tal vez cambien por otros a medida que vayas viviendo tu vi…

-¿y los cuadros vacios que significan!? –lo interrumpí, abruptamente, no podía esperar a que termine de hablar

-Jajaja – comienza a reír y continua hablando con la misma tranquilidad que antes– Seguís siendo ansioso como siempre, igual que en el primer cuadro, el de tu nacimiento… pero seguramente no prestaste tención a el. Déjame que te cuente, estos cuadros están vacios porque tienes mucho camino por recorrer, me tomé el atrevimiento de prepararlos y bocetarlos cuando tengas nuevos sueños, más de los que ya tienes… me das mucho trabajo amigo mio, como te dije, no me diste tiempo, no te esperaba, iba a comenzar a colocar estos carteles – y me los entrega.

Estos papeles que dicen “todas las mañanas me despierto mirando a los ojos a la mujer que amo”, “domingo 9am, nuestros hijos nos despiertan con el desayuno en la cama”, “cocinando con mi esposa la cena”, “jugando con nuestros hijos”, “abrazando a nuestros nietos” y el ultimo… prefiero no leerlo, es muy triste… me reúso a hacerlo…

Otra vez siento que me debilito, me siento en el piso y apoyo la espalda contra la pared, comienzo a sentir mareos nuevamente

-¿! Qué me está pasando!? – le pregunto al abuelo, esta vez estoy seguro que tengo miedo - No me dejes ir!, quiero saber que va a pasar!

-Ya te dije hijo, - nuevamente con voz dulce y tranquila- te adelantaste… no te esperaba, es hora de que vuelvas donde perteneces, nos volveremos a ver, pero no pronto.

Se cierra la puerta muy lentamente, al igual que mis ojos, hasta que me quedo completamente dormido.

Siento que alguien me habla, pero no logro comprender nada de lo que dicen, solo escucho un zumbido que me aturde. Ahora comienzan a tocarme la muñeca, el cuello...

Me incorporo lentamente, doy una bocanada como si hubiese conteniendo la respiración debajo del agua.

-¿! Qué pasa?!? ¿! Donde estoy!? - Grité

-Quedese tranquilo amigo, -me respondió un señor- no se mueva, soy Doctor, tiene suerte de que haya visto lo que pasó, tuvo un accidente cuando cruzaba la calle, pero por lo que veo aún no llego su hora… recuéstese, cierre los ojos.

-Gracias por ayudarme a seguir soñando. –le dije, y cerre los ojos tranquilamente.


Napoleón Enamorado, A sus ordenes



lunes, 26 de abril de 2010

Bienvenida a Napoleon Enamorado

Hola gente, bueno... ¿por dónde empiezo?

En fin, haré lo que se pueda, comienzo por darles la bienvenida al “Blog de Napoleón Enamorado”. Muchos/as se preguntaran la razón de ese título para un blog, yo también me lo pregunte, pero déjenme contarles mis motivaciones y mis razones por lo cual decidí volcarme al cyber espacio, luego les explicare el titulo, sean pacientes.

La razón por la cual decidí comenzar a escribir es para hacer “catarsis”, no soy psicólogo, no soy escritor profesional, que soy? Un ser humano, un hombre sencillo de barrio, un bohemio, un melancólico, un soñador, que disfruta de estar enamorado, como así también sufre por estarlo y no estarlo, pero son solo heridas de guerra que siempre me recordarán que algún día estuve vivo.

Mis motivaciones son varias, me gusta mucho hablar con la gente, hombres, mujeres, niños (y a veces algún que otro animal), y así conocer qué opinan del amor, qué creen que es estar enamorados, etc. Lo que me sorprendió es que muchas personas no quieren enamorarse porque tienen miedo a sufrir o volver a hacerlo. Debo reconocer que el amor deja marcas de diferentes sabores, algunas amargas y otras dulces, hay que probar muchas de las primeras para llegar a las ultimas… mi experiencia me enseño que es necesario perder para ganar, hay que quemarse en la hoguera para renacer con la fuerza de fénix.

Deseo compartir mis reflexiones, cuentos, poemas o lo que me salga con esas personas con fobia al amor, con el corazón lleno de parches, o simples enamorados de la vida. Creo que esta es la forma de aportar un granito de arena, tal vez en mis catarsis reflexivas encuentren la chispa que necesitan para encender una pequeña llama que si saben cuidarla y alimentarla se transformará en un cálido fuego. Todo depende de hasta donde ustedes quieran llegar, cuanto se quieran abrir, cuanto estén dispuesto a sacrificar, doy fe que el premio vale la pena.

Soy de hacer muchas analogías con el reino animal, de hecho los humanos somos animales, los científicos dicen que pensantes, aparentemente eso es lo que nos diferencia del resto… pero cuando estamos enamorados el cerebro se anula, es inevitable, afloran nuestros instintos y nos transformamos en lo que negamos ser… animales. Dicho esto, creo que hay mucha gente que necesita un empujoncito para animarse a volar, se quedan paraditos en el borde del nido mirando como el resto de las aves vuelan, sueñan con volar como ellas, pero no se animan a saltar por miedo a lastimarse… entonces se quedan dentro del nido, hasta que solo quedan sus plumas… las cuales se las llevará el viento y no quedarán rastros de su existencia, de sus vuelos, de su amor.

Sin más vueltas explicaré la razón de ser del título, uno al estar enamorado entra en un estado de trance, bordea la locura, no se es objetivo con respecto al mundo real, vive soñando... y Napoleón es el símbolo de la locura, utilizados en dibujos animados y películas como tal.

Nuevamente, les doy la bienvenida a todas las personas que sientan curiosidad, para las que alguna vez se enamoraron, para las que quieran volver a hacerlo, y también para las que aun no lo han hecho.


Napoleón Enamorado, a sus ordenes.